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Hablemos un poco de cómo funcionan en su mayoría las técnicas terapéuticas. Partamos de la base que las enfermedades y dolencias emocionales vienen de un trasfondo sico-emocional-espiritual. Es decir, que entre más nos acerquemos al lenguaje del subconsciente mayores resultados tendremos. La intuición, la conexión con tu yo interior y el mover de las energías son susceptibles a niveles de una conciencia no racional, en términos de condicionamiento. Es como si desenchufáramos un momento nuestra mente racional y trabajamos bajo el silencio de nuestro ser espiritual y subconsciente. EFT, Mandalas, Tarot, Numerología, Flores de Bach y muchos otros trabajan a niveles energéticos del subconsciente. Esto quiere decir, que entre más nos acerquemos al lado Yo-espiritual de nuestros pacientes, mejores resultados obtendremos.

Cuando estamos en un estado hipnagógico de nuestra consciencia es cuando superamos las limitaciones de nuestro cuerpo y emocionales. Es allí cuando suceden los milagros, ¿por qué? Porque los condicionamientos desaparecen y el poder de la certeza hace que el universo se mueva a nuestro favor.
La experiencia me ha demostrado que muchos de los problemas comienzan con un anclaje negativo en su consciencia. Muy dentro de ellos, donde la razón no es capaz de entender, y por ende, ayudar. Entonces recurro a técnicas que me permiten hablar con el yo interno y en su colaboración producir cambios sanadores inmediatos.

Las técnicas de inducción al trance o hipnóticas son la alternativa más utilizada en estos casos. Una porque este estado hipnagógico es natural en el ser humano y está presente durante el día muchas veces. Cuando quedamos hipnotizados frente a la TV; cuando nos quedamos mirando el vacío; cuando meditas o haces yoga, cuando oras y recibes palabras divinas; justo antes de dormir y justo antes de despertar, etc. Cuando combinas una técnica terapéutica con hipnosis clínica, puedes conseguir resultados son más rápidos y soluciones más profundas.

¿Por qué sucede esto? Porque nuestro ser necesita esa conexión subconsciente con nuestro lado creativo, espiritual e interior. Somos duales, como lo he dicho en otros artículos. Y como tales, lo más natural es que actuemos así.

La farándula y movimientos racionales/religiosos son tan ignorantes de este concepto que lo tildan de algo extraño, fantástico o diabólico. El estado de trance es un recurso poderoso de nuestro ser interno para comunicarnos con todo aquello que nos rodea de una forma invisible, para conectarnos con energías sanadoras, para meditar y trascender en pensamientos creativos o reveladores y todo aquello que te sea posible imaginar. No es magia, sino el puente entre tu lado racional y tu lado espiritual o subconsciente, para aquellos más científicos.

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